Mucho título, pero reflejos, los justos

No suelo seguir los asuntos de la Casa de Alba, porque a mi natural indiferencia hacia la vida de los demás se une un cierto repelús al ver a la titular, pero no me resisto a comentar la última de la duquesa. Resulta que la buena mujer se enteró de que la Audiencia Nacional había secuestrado una revista porque no les gustaba un chiste sobre el príncipe y su señora, así que cuando supo que la misma revista había osado a hacer algo semejante con ella, no dudó en solicitar el mismo trato. Normal, claro, teniendo en cuenta que si se pone a cambiar cromos con los Borbones podría sonrojar a toda la familia, incluidos sus primos franceses.

Lo malo es que los años no pasan en balde, uno va perdiendo facultades, no reacciona igual que cuando se tienen veinte años y... En fin, que la señora tardó quince días en enterarse de lo de la revista y claro, vete tú ahora a secuestrar el número.