Se acabó el sueño. La Deportiva llegó al Pizjuán, mostró durante media hora sus cartas y luego se encontró con una bestia que estaba herida y encontró la manera de pagar los platos rotos.
Es probable que un día de estos cuente lo mucho que me gustó Sevilla, a pesar de lo corto que se me hizo el viaje, mientras tanto les dejo con la crónica de Javi Santiago en el periódico homónimo, que resume infinitamente mejor de lo que puedo hacerlo yo después de dormir siete horas en dos días -e incluso mejor que si hubiera dormido- lo que pasó este jueves en Nervión.
PD: Cuando los Biris se ponen a animar tienen muchísimo más arte que cuando sacan la muleta.
3 comentarios:
Quédate con lo bueno, que es mucho. Y transcribe alguno de los cánticos de los Biris.
De cánticos sólo me quedé con el "verderón el que no bote" e "Iturralde hijo de puta", los otros eran más largos y yo estaba a otras cosas, pero desde el césped parece que se va a caer el estadio cuando se ponen a dar palmas.
Por cirto, acabáis de salir en el telediario. ¿Qué os dan de beber en los bares?
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