Hace unos días hablaba de las fechas marcadas en rojo por los comerciantes para sangrar al consumidor a base de "compra o no serás feliz", pero Halloween es sólo la avanzadilla de lo que viene. Conste que uno está más o menos vacunado contra estas cosas -sobre todo por la falta de efectivo- pero salir a la calle un 11 de noviembre y ver carteles anunciando una fiesta de Nochevieja es como para ir al garito en cuestión y pegarle fuego, por tener el mal gusto de organizar algo tan rancio como un cotillón y encima ir presumiendo de ello con mes y medio de antelación.
Y eso que, como dice Villaykorte, todavía no han asomado por la tele ni el turrón más caro del mundo, ni las burbujitas de cava ni las tetas en moto que buscan a Jacks. ¿El calvo de la lotería? En el paro. Por si acaso estén preparados, que en cuanto empiece el baile no para hasta el 7 de enero.
3 comentarios:
El día en que encuentre a Jacks yo me voy directo al psiquiatra. Déjala a la chica que siga buscando.
A mí me da más grima el de que en las distancias cortas es donde una colonia de hombre se la juega.
Además, no te quemes, que tras la Navidad comienza la precampaña electoral de autonómicas y municipales.
Decidido, emigro a Nepal.
En un par de años nos vemos todos celebrardo el día de Acción de Gracias.
Efectivamente, hemos entrado en la navidad desde que El Corte Inglés y Pórtico lo han decidido (hace ya como dos meses). Aún no he visto los anuncios que has mencionado, pero si que he visto el de las pastas Reglero: hechas artesanalmente y por eso ninguna es igual.
Publicar un comentario