Llevamos un mes de ley anti-humos y ya están pensando en reformarla para hacerla más dura porque el cachondeo es aún mayor del esperado. Después de ver cómo los bares prefieren velar por su negocio en vez de hacerlo por la salud de sus clientes (al menos en lo referente al tabaco, el alcohol daría para otra entrada) ahora se encuentran con que todas las grandes marcas han llevado a cabo una gran bajada en sus precios.
Esto, que sorprende si pensamos que desde que tenemos conciencia el tabaco no ha dejado de subir, es de lo más normal teniendo en cuenta que las tabaqueras se están ahorrando una pasta gansa en publicidad debido a la prohibición de la ley anti-humos. En realidad es el sueño de cualquier empresario: tener una marca famosa en todo el mundo y no gastarte ni un duro en hacer que siga siendo famosa porque no habrá nuevas marcas que se den a conocer y te quiten el mercado a base de publicidad (como el asalto de última hora que hicieron las marcas baratas).
El contraataque del gobierno pasa por una nueva subida de impuestos y por la prohibición total de fumar en todas partes, salvo en la calle y en casa (espero). Para lo primero, o muy fuerte es la subida o me temo que las tabaqueras aún tendrán remanente del ahorro publicitario; para lo segundo basta recordar que no hay nada como un cartel de "prohibido pisar el césped" para encontrarnos a alguien sentado a su sombra. Mientras, el circo sigue.
Más sobre la divertida ley en Apuntes perdidos:
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