10.1.11

Sin incidentes

Pues no, al final no ha habido peleas ni insultos en los bares desde la entrada en vigor de la nueva ley, como nos habían adelantado algunos talibanes pro y anti tabaco. Resulta curioso pasear por la calle y ver las puertas de los garitos llenas de gente cigarro en mano, y también me ha dado la impresión de ver a más gente fumando mientras camina, pero todavía no he visto a nadie ponerse violento porque un camarero le inste a apagar su cigarrillo, más que nada porque, salvo algún despistado el primer día, todo el mundo ha cumplido sin más.

Lo que todavía no he visto, aunque quizá no me haya fijado bien, es a los miles de no fumadores que, decían, no podían salir de fiesta porque el humo les ponía los ojos malos y les apestaba la ropa y que "amenazaban" con invadir los locales de copas en cuanto entrara en vigor la prohibición. Este fin de semana he visto a la misma gente de siempre (en número), así que se ve que con la cuesta de enero a los que no fuman sigue sin venirles bien lo de salir a tomarse una copa.

Bueno, en realidad sí que he visto gente no habitual en los bares. Niños, muchos niños. No sé si es porque venían de ver la cabalgata de Reyes o porque, ahora que no se puede fumar, los padres confunden los bares con los parques infantiles. Y me ha dado por pensar que no estaría de más una ley que prohibiera a los menores de 16 años entrar en lugares donde se venda alcohol para proteger sus inocentes almas. O, simplemente, para que no toquen los cojones a los demás clientes.

1 comentario:

El Impenitente dijo...

Una vez que hayan prohibido la producción, venta y consumo del tabaco irán a por las bebidas alcoholicas, tú por eso no sufras. Y después, hablando de niños, también prohibirán las tiendas de chuches, nocivas donde las haya. Hay que vivir ciento treinta años para jubilarnos a los ciento quince y así pagar despropósitos y prebendas. El sistema es lo que tiene.