1.12.10

Demagogos

No falla. Barça-Madrid en juego y los pesados de siempre dando el coñazo: ¿pero cómo podéis estar al fútbol con la que está cayendo?" Como si dejando de lado el ocio el FMI fuera a regalarnos un millón de euros a cada uno para ir tirando.

Y ya cansa tanta demagogia. Sabemos que la cosa va de culo, que hay mucha gente en el paro y que la mayoría de los que trabajamos tenemos la espada de Damocles encima de la cabeza, aparte de unos sueldos y contratos que dan risa. Pero quedarse en casa lamentándose no sirve para nada. Y tampoco veo a los que critican tanto a los que el lunes estuvimos viendo el partido salir a la calle a montar guillotinas y darles lo suyo a los politicastros que nos ha tocado sufrir, así que casi mejor que se estén calladitos o propongan algo aparte de ir de cultos por no mezclarse con la masa aborregada que disfruta del fútbol (por otro lado, la lista de pensadores, escritores, artistas y demás que se solazan con el balompié es bastante amplia, así que no me vendan milongas, por favor).

En contra de la opinión de ciertos iluminados que crean grupos en Facebook para aplacar sus conciencias, la mayoría de las personas somos multitarea. Es decir, que lo mismo que vemos partidos de fútbol y nos tomamos unas cañas, somos capaces de percibir que vamos de culo y sin freno o que nos la están metiendo doblada en cada decisión del Parlamento. Sin embargo, tanto los que gritamos los goles como los que leen a Kafka (que, oh sorpresa, en ocasiones son los mismos) no somos capaces de tirarnos al monte y darle la vuelta al asunto.

Así que, salvo que estés preparando la revolución y no hayas dicho nada a nadie, deja de tocarme los cojones cuando estoy disfrutando de mi tiempo libre. Ya sé que no voy a cambiar el mundo discutiendo un penalti o un fuera de juego, pero tú tampoco vas a hacerlo dándotelas de culto en internet, gilipollas.

2 comentarios:

El Impenitente dijo...

No creo que haya una palabra en castellano tan descriptiva, que suene tan bien y que te quedes más a gusto cuando la dices que gilipollas. Y si un escrito termina con esa palabra es indiscutible que el escrito ha de ser bueno.

Y, por supuesto, no seré yo quien discuta tus argumentos.

Álex dijo...

Ya ves, un mes y pico sin escribir y me lío a quejarme y a insultar. Me estoy haciendo viejo, me temo.