17.5.07

De boda en Barcelona, una tragicomedia en cuatro actos

Dos días después de regresar de Barcelona retomo el blog para dejar constancia de los pocos recuerdos que me quedan de la boda de uno de mis amigos de la infancia, el primero del grupo que mantenemos desde los cuatro años que da el paso y firma un contrato teóricamente para siempre. He de decir que el hecho de ser la boda en una ciudad extraña y estar rodeados de elementos que esperaban de nosotros -los amigos del pueblo- un comportamiento casi salvaje nos cohibió un poco. Que apenas nos dieran vino para cenar tampoco ayudó, así que lo peor -para los demás- vino hacia el final.

Como tampoco es plan de hacer una crónica rosa ni de airear trapos sucios, dejaré el relato en unos cuantos apuntes divididos en cuatro actos: la ceremonia, el banquete, el baile y el retorno a Barcelona (el sarao fue en Cabrera de Mar).

Acto I: La ceremonia. Como los papeles estaban firmados desde el día anterior y el oficiante era un actor, decidimos quedarnos en un discreto segundo plano donde no se oyeran las carcajadas provocadas por frases como "es un muchacho que ayuda en casa, plancha y lava la ropa". Atención: en las bodas catalanas no tiran arroz a los novios (digo esto desde la experiencia que me da haber ido a una boda en Cataluña), así que haced como nosotros y olvidadlo.

Acto II: El banquete. Dividido en cóctel previo en el jardín, donde tomamos al asalto la barra debido al calor que hacía y al vicio que tenemos, y cena propiamente dicha consistente en dos platos, dos postres y dos vasos de vino por cabeza (camareros catalanes manteniendo vivos los tópicos). Gran idea lo del cóctel para no terminar la cena sobrio y con hambre. Atención: en las bodas catalanas los invitados no cantan canciones de la tierra, salvo que sean del Bierzo y tengan la garganta caliente por el cóctel previo.

Acto III: El baile (título alternativo: La barra libre). Pocos recuerdos, salvo por las fotos. Sé que fuimos los primeros en llegar a la barra y los últimos en irnos, cada cual que saque sus conclusiones. Grandes momentos intentando explicarle al más quillo de la boda dónde está Ponferrada y, por extensión, Asturias y León. Todo esfuerzo era poco para que dejaran de decir que somos gallegos (con esto y lo de los camareros ya me he metido con dos nacionalidades históricas: éxito asegurado).

Acto IV: El retorno a Barcelona. Pérdida definitiva de papeles en los últimos asientos del bus al más puro estilo excursión de colegio. Cánticos futboleros contra todo bicho viviente -con especial atención al Barça por ser el equipo local-, miradas de odio en las filas delanteras y ligero miedo a una paliza cuando nos bajáramos, sin embargo, el seni triunfó y nos fuimos de rositas.

Conclusión: lo pasamos bien pero se notó que jugábamos fuera de casa; el partido de vuelta nos lo llevamos por goleada. Ah, Barcelona muy bonita, salvo el metro, pero se tienen muy creído eso de ser la ciudad española de moda en Europa (nota para los restaurantes: no se puede llamar "filetón del Pirineo" a un trozo de carne que ocupa menos de un tercio de plato).

5 comentarios:

Haters dijo...

Yo he tirado arroz en una boda catalupi. Las reglas deben ser flexibles.

Zar Polosco dijo...

Más que barra libre, en vuestro caso debió de ser barra obligatoria.

Estos catalanes, tan europeos y cosmopolitas, no saben lo que se pierden. ¿Sólo dos copas de vino? En cualquiera de las cien mil bodas en las que estado (Valencia, Madrid, Belmonte, Cuenca, Valladolid, Albacete, Murcia, Alicante, Toledo) más de uno y más de dos podrían haber terminado en el pilón local por tamaño atentado contra las más elementales normas de la cortesía.

Johnny Tastavins dijo...

Ay, ay. ¿A qué boda fuiste? ¿Quién te ha dicho que los catalanes no tiramos arroz en las bodas? Tiramos, tiramos ...

El cóctel, imprescindible. Luego tenemos la mala costumbre de mezclar vino blanco, tinto, cava ... Buf, me pongo malo de pensarlo. Diste con camareros escoceses racionando las copas? Porque catalanes apenas quedan, ya son todos filipinos o ecuatorianos.

Gallegos? Por Dios, si desde que tenemos a Luis del Olmo sabemos dónde está Ponferrada y el Bierzo. Fuiste a Barcelona o te pasaste de frenada y acabaste en Perpignan? ;-)

Y la vuelta, barra libre mediante, esa es internacional, no?

Bueno, fuera bromas, bienvenido a Polonia. Espero que tuvieras una visita agradable, y puedas certificar a los que no nos visitan que en castellano también se puede sobrevivir.

Un saludo

Álex dijo...

Por supuesto que se puede sobrevivir en castellano. Es más, creo que escuché más inglés que catalán en los cuatro días que estuve por allí y encima tuve la suerte de no encontrarme con esa secta peligrosa que te habla en catalán aunque les insistas en que no lo entiendes ;)

Anónimo dijo...

hola, busco a un chico muy mono, morenito de piel, un poco chulito, que lo llaman el canario...que se me perdio y es camarero de bodas pijas, pero no se donde...bueno si lo encuentran ya saben.ajja
bueno, aki en canarias tb tiramos arroz, jaja y petalos de rosa, fijate que bonito, el amor.