De nuevo en casa -desde ayer noche- después de reencontrarme con los exámenes. La cosa fue bastante bien, excepto el coñazo de viaje en autobús Ponferada-Madrid-Ponferrada (casi 10 horas en total, innegociables), y salvo sorpresa creo que ya me quedan dos asignaturas menos(*) para terminar la carrera. Como curiosidad, fue bastante raro llegar al campus y ver cómo los de las carreras presenciales charlaban de sus cosas mientras los de mi clase nos dedicábamos a presentarnos.
El próximo sábado, última entrega de la serie "exámenes febreriles".
(*) Según la Comunidad de Madrid, un millón y medio de asignaturas.
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