¿Habrá mejor manera de empezar la semana que sentado delante de la pantalla del ordenador, respirando el apestoso humo de un Ducados al lado del cartel de "espacio sin humo" y con cuatro ojos clavados en la nuca mientras se intenta pergeñar un diseño medianamente decente?
Por supuesto la culpa es mía, que tengo mal carácter. Y los lunes aún peor.
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1 comentario:
Si un lunes normal ya es malo, uno de vuelta de vacaciones peor. ¿Por qué se acaba tan pronto lo bueno?
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