Mientras en otros paises, como Inglaterra, la liga de fútbol (Premier League) no para en estas fechas (hubo jornada el día 26 y vuelven a jugar el 28 y el 31, aunque no el fin de semana de Reyes), en España los futbolistas han conseguido tener vacaciones de Navidad y nuestra liga se para hasta el día 7 de enero. Este derecho que los jugadores consiguieron en su día se basa tanto en pasar estos días en casa como en descansar de un calendario cargado de partidos. Y una mierda, con perdón.
Resulta que durante las dos semanas largas en las que no hay competición oficial se aprovecha para montar pachangas benéficas en plan "solteros contra casados" o para sacar a pasear a las selecciones regionales y enseñar banderitas sin que ningún jugador se queje de cansancio y ningún club ponga pegas como hacen con la selección española (o la francesa o la que sea), que es la que juega partidos oficiales, por si se les lesiona algún jugador. Al contrario, en estos partidos todos aparecen con sus mejores sonrisas y posan para la foto de turno con cara de buenos, que para eso es Navidad. Y el público encantado, oiga, alabando "el esfuerzo" que hacen los jugadores aprovechando sus vacaciones que, recordemos, han conseguido bajo el pretexto de que hay demasiados partidos en el año y que estas fechas son para estar en casa.
En fin, caprichos de millonarios. Los deportistas que de verdad necesitan estar en forma para cobrar sueldos más mundanos son los que, o bien aprovechan las vacaciones para descansar de verdad, o bien no tienen vacaciones y el día 31 corren la San Silvestre de turno o pasan frío entrenando y celebran la Nochevieja sin trasnochar ni emborracharse porque al día siguiente tienen que seguir trabajando. Mi más sincero reconocimiento a todos ellos.
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