20.10.09

Coloquialismo

Pocos años atrás el hablante medio aún sabía cambiar de registro según las situaciones en que se encontrara. Era consciente de que no se puede usar el mismo tono en una conversación informal y en una entrevista de trabajo, y de que tampoco los términos empleados para comunicarse con los amigos en el bar son recomendables en la defensa de una tesis doctoral. La riqueza de un idioma se mide entre otras cosas por su capacidad de ofrecer variantes diversas para cada circunstancia. De un tiempo a esta parte, sin embargo, se van rompiendo las barreras entre los distintos niveles de uso. Tan pronto encontramos un titular de prensa redactado en alegres términos de argot como oímos a un profesor que en sus clases combina la preceptiva jerga académica con giros y modismos decididamente vulgares. Hay quien cree que un taco soltado en mitad de una noticia radiofónica pone color al relato. En las cámaras parlamentarias suenan con frecuencia voces importadas de los graderíos. Y la Universidad ha abierto las puertas de sus aulas y sus departamentos a expresiones que antes sólo empleaba la gente del bronce. El coloquialismo ha ido penetrando en los registros científicos, en el habla culta, en la lengua del periodismo hablado y escrito e incluso en los usos administrativos. ¿Igualitarismo mal entendido? ¿Economía de medios? ¿Pura y simple ignorancia? Quién sabe. El hecho comprobado es que el idioma va perdiendo sus matices, y al hacerlo se priva de recursos para resolver situaciones diferentes al tiempo que engendra equívocos y malentendidos por doquier. Nos queda el consuelo de saber que a cambio dentro de poco todos rebuznaremos de forma semejante.
Copiado del blog Las palabras de la tribu y dedicado, con todo cariño, a los que escriben como si todo fuera un teléfono móvil y a los del "me se entiende igual".

5 comentarios:

pidemias dijo...

La palabra existe. Consultemos el diccionario antes de reírnos de la gente...

JMR dijo...

Pidemias, te explico lo mismo que he respondido en mi blog a u7na observación similar a la tuya:

El DRAE no es un diccionario de uso. No explica cuándo y cómo ha de emplearse un término, sino que se limita a registrarlo aclarando su significado. Por tanto, el argumento de "está en el diccionario" carece de valor a la hora de fijar criterios de adecuación léxica.

Pero, dicho esto, la última palabra académica no está en el DRAE sino en el Diccionario Esencial del Español, más reciente, donde de forma expresa se incluye la anotación "malson." para 'escoñar' y sus derivados. Estoy seguro de que no apruebas un titular de prensa con términos malsonantes.

Un saludo.

El Impenitente dijo...

Bueno, no comento nada. Me limitaré a aplaudir con lágrimas en los ojos y a guardar este texto como oro en paño. Somos minoría a los que nos preocupa el lenguaje y tratamos de usarlo correctamente. Debemos de estar unidos.

Álex dijo...

Pidemias, por partes.
Primero, aquí no me he referido al titular del blog de JMR, me he quedado con el artículo que publicó y reprodujo en su entrada.
Segundo, la palabra "cabronazo" también existe. Puedes saludar a un amigo diciéndole "hola cabronazo", pero no sería muy inteligente hacer lo mismo cuando te dirijas a un juez en un juicio, por ejemplo.

Vitrubio dijo...

Hola, ¡qué curioso!, respecto de este mismo tema escribí un cuento hace poco. Está en psicofxp, en un certamen abierto. Me gustaría que lo lean:

http://www.psicofxp.com/forums/nuevo-concurso-de-cuentos-cortos-psicofxp.609/973602-terrible-noche-que-honorio-valverde-sono.html

Saludos. Muy buen Blog.