Para los amigos de las estadísticas y los números en general, a ver si me pueden dar una aproximación de las probabilidades de que ocurra lo siguiente (que, de hecho, ocurrió):
Llego a Fuenlabrada el viernes a mediodía, me voy a la recepción del hotel y delante de mí está Ángelo, futbolista al que la Ponferradina ha dado la baja hace menos de quince días y que ha fichado por el Fuenlabrada. Me tiro toda la tarde estudiando en el hotel, duermo, me voy a la facultad y, cuando salgo del primer examen, me encuentro en el pasillo a un ex compañero de los medios en Ponferrada que el día antes se ha trasladado a Madrid y que en ese momento acompañaba a su novia, profesora, a un examen. Como bola extra, a Ángelo en Ponferrada sólo lo veía en los entrenamientos y con el otro coincidí una o dos veces fuera de asuntos de trabajo. Añadamos que Fuenlabrada tiene casi el triple de población que Ponferrada y el que sepa, que calcule, yo me limito a contarlo.
Confío en que no haya que involucrar a Iker Jiménez en esto.
3 comentarios:
Pues a mi me pasa al reves: estas cosas me suceden tan cotidianamente, que me escamo cuando no ocurren. El mundo es MUCHO mas pequenho de lo que pensamos. Vamos, que si me voy a dar un paseo por Berlin y no me encuentro algun antiguo companhero de clase por la calle (cosa que ya ha pasado), empiezo a pensar que algo anda mal...
Ya somos como los gallegos...
(qué pedo aquel día.....)
Año 1996.
Playa de Comillas, (cantabria).
me encuentro a mi tutora del Insti haciendo top-less después de que el día antes le diera parte de mi mal comportamiento a mi madre.
Su reacción: taparse los pechos azorada y preguntar con voz trémula "que-que-qué ha-haces t-t-tú aquí?""c-c-cómo que-que-quedó Arantxa? (era alguna final del grand slam)
La mía: sonrisa de suficiencia "ná, miraba a las tias que hacen top-less"
Resultado: calificación final de Notable sin dar un palo al agua.
y casualidades no tan oportunas como la relatada, bastantes.
saludos
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