No fue para tanto

Pues ya se ha cerrado la exposición de Las Edades del Hombre que teníamos en Ponferrada desde mayo. En realidad se cerró hace una semana, pero como a ellos les dieron un milloncejo de euros por abrir una semana más de lo previsto, yo cuento mi película también una semana tarde a ver si la Junta se estira.

La verdad es que, al contrario de lo que predije al poco de la inauguración, la presencia de esta colección de santos y crucifijos no ha tocado demasiado las narices al personal autóctono. Normal, por otro lado, si tenemos en cuenta que el grueso de los visitantes lo formaban grupos de ancianos que bastante tenían con no perderse unos de otros en el trayecto autobús - Edades - autobús en el que consistía su visita a Ponferrada. Y normal, también, si nos fijamos en que el número de visitantes se quedó bastante por debajo de lo previsto (700.000) y sólo se llegó a los 400.000 gracias a la semana extra que se le concedió a la muestra.

Un número, por cierto, además de bajo, discutible. Me explico (y en "Eco sordo" también). No se vendían entradas, la forma mas fácil de contar visitantes, así que la cuenta se hacía con un torno colocado a la salida de la exposición. Por dicho torno pasó (pasamos) la gente de los medios que cubrió los diferentes actos que se organizaron. Por ahí pasaron también unos cuantos que vieron la muestra varias veces para acompañar a los conocidos que vinieron de fuera, aunque sea sin ganas. Y aunque no tenga pruebas, estoy convencido de que unos cuantos jubilados locales, sin obras cerca para admirar, también han pasado unas cuantas mañanas entre los muñecos de madera. En fin, que como método de conteo no parece el más fiable (y eso que no he sido malpensado, que si lo fuera diría que a lo mejor se tiraban toda la noche dándole vueltas al torno para pasar el rato), pero si a ellos les vale tampoco es plan de quitarles la ilusión, que es Navidad.

El caso es que la muestra terminó, las iglesias que la acogían volverán a ser iglesias aunque no se hayan echado de menos sus misas y, lo que es más importante, por fin quitarán el esperpento metálico conocido como "puente de las estrellas". Bueno, eso será en enero, para que los que vengan de fuera en navidades también puedan acordarse de los muertos del que lo diseñó.