Que el presidente de Irán es un cabrón con pintas es algo que pocos discutirán. Sin embargo, los yankis parecen empeñados en demostrar que, cuando se trata de dar ejemplo, estarían mejor con la boca cerrada.
Ocurrió ayer en la Universidad de Columbia, donde Ahmadineyad había sido invitado para dar un discurso que probaría la capacidad de EE.UU. de dejar expresarse libremente a cualquiera en contraposición al "pensamiento dirigido" que impera en Irán. Sin embargo, el presidente de la Universidad (supongo que el equivalente al rector en España), la cagó por completo al presentar a su invitado. En vez de hacer una presentación sobria en plan "aquí el presidente de Irán, aquí unos estudiantes" y dejar el charco para el iraní, el tío se dedicó a insultar desde el primer momento, demostrando que él, al igual que Ahmadineyad, no tiene muy claro en qué consiste la libertad de expresión ni dónde están sus límites.
Estaba a punto de explicar por qué yo le llamo cabrón al presi de Irán y me quejo de que el presidente de Columbia le llame dictador y ridículo, pero no me apetece. Cada cual que lo entienda por donde quiera, pero es básicamente un problema de educación: si invitas a alguien a tu casa no le insultes.
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