23.6.07

Muerte a los prólogos

Ya que estamos en verano (por fechas, que no por tiempo) y dentro de poco empezarán a acosarnos con que no llenemos piscinas ni reguemos jardines con agua potable (mientras la empresa municipal de turno baldea las calles con esa misma agua incluso los días de lluvia), quiero proponer una alternativa ecológica para aquellos que nos negamos a no ducharnos por las mañanas para ahorrar agua. No, la cosa no va de beber cerveza y ducharse con vodka, aunque bien podría. Es más, ni siquiera tiene que ver con el agua, sino con los árboles.

¿Se han parado a pensar en la cantidad de papel desperdiciado en los prólogos grandilocuentes que acompañan a las obras maestras de la literatura? Uno coge, por poner un ejemplo, un libro de García Márquez y se encuentra con que las 70 primeras páginas las ha escrito otro tipo dándole vueltas a su ego. No contento con demostrarse que él puede vender tanto como Gabo sin tener ni puta idea de escribir una historia (cada vez que alguien compra Cien años de soledad se lleva incluida la parrafada de turno), encima tiene la jeta de destripar parte de la novela para "explicársela" al lector, como si éste necesitara que le expliquen algo que ni siquiera ha leído. Es más, tampoco quiero que me lo expliquen después, prefiero sacar mis propias conclusiones (si es que es obligatorio sacar conclusiones de un libro en vez de simplemente disfrutar con su lectura).

Así pues, desde este humilde blog propongo a las editoriales la retirada fulminante de todas las ediciones que tengan este tipo de prólogos y la prohibición en el futuro de cualquier texto previo a la novela que tenga más de dos páginas de extensión y no esté firmado por un colega del autor echándole flores o, en su defecto, contando alguna anécdota humillante. Los otros, que se busquen la vida escribiendo sobre cómo influyó en ellos la primera lectura del Ulises de Joyce a la tierna edad de 12 años. Si tienen huevos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

sr., esta diatriba es digna del mismísimo Ignatius J.R.
Atrevida, incendiaria propuesta que puede remover el Orden editorial establecido

¿Qué haría Vargas Llosa si tuviese que exponer su rico acervo cultural en dos míseras páginas?

Pongamos a los "prologuistas" a redactar cuadernos Rubio.

Y a Jodorowsky a recoger tomates en Almería...con Paulo Cohelo.

Anónimo dijo...

O como se escriba "coello"

Anónimo dijo...

cohecho

Álex dijo...

Ya era hora, Sr. Maligno. Y por triplicado, nada menos. No soy digno de comparación con el bueno de Ignatius pues jamás usé cuadernos Gran Jefe, al contrario que usted.

Álex dijo...

Por cierto, la estampa de Paulo Coelho recogiendo tomates en El Ejido es impagable.

Zar Polosco dijo...

De acuerdo contigo. Nunca me compro libros de Cátedra por eso.

Ahora, si es por ahorrar papel, ¿te has parado a pensar cuantos bosques se talan en cada una de las elecciones, entre propaganda y papeletas?

En Valencia llevamos un mes de tórrido y muy húmedo verano. Qué suerte tenéis.

Anónimo dijo...

Que razón que tienes. (en lo del agua... jajajaja).

EL COMEDIANTE dijo...

Apoyo la moción.