Lo único que me ha tocado de la lotería de Navidad ha sido trabajar un rato más para ir a Bembibre, donde se vendieron diez décimos del 47.272, uno de los cuartos premios (20.000 euros por décimo). Sorprendentemente, en la administración agraciada no estaba ni la dueña, lo que me lleva a pensar que todas esas imágenes típicas de gente descorchando cava y tirando confeti están hechas por actores contratados a tal efecto y los auténticos ganadores están en sus casas.
En fin, nos queda el consuelo de cada año: lo importante es que haiga salud para poder trabajar, que es la mejor lotería que puede tocarnos... Claro que la cara de tonto que se le queda a uno cuando ve que le ha tocado el Gordo al presidente del Sevilla no se quita por mucha salud que tengas.
Por cierto, a ver quién me aclara por qué cada año el salón de sorteos se llena de frikis disfrazados.
1 comentario:
Feliz Navidad a ti también, Low. Yo jugaba lo mismo que tú.
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