Lo normal hace unos años en fútbol era que la selección jugara un partidazo en cuartos y nos mandaran para casa, aunque ahora se cambien los cuartos por los octavos y el partidazo por un pestiño. En baloncesto había un cierto paralelismo, aunque en vez de en cuartos solemos caer en semifinales, así que a eso de las 12 pensé que nos íbamos a tener que jugar el bronce contra Estados Unidos víctimas del destino. Pero no.
Esta vez la última canasta fue española y el fallo definitivo fue del rival (enorme Argentina, por cierto). El mundo al revés, lo nunca visto, España en la final del Mundial de baloncesto. Cosa semejante sólo se vio en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles '84, pero entonces ya salimos del vestuario con la medalla de plata colgada del cuello -enfrente estaba un tal Jordan y unos amigos- y ahora salimos, al menos, en igualdad de condiciones contra Grecia, que ha sido el encargado esta vez de castigar la falta de compromiso de Estados Unidos.
Yo apuesto por España porque este es el Mundial de las cuentas pendientes con los que abusaban de nosotros antaño. Serbia y Lituania ya recibieron lo suyo, ahora toca acordarse de Gallis, Fassoulas, Yannakis (actual seleccionador griego) y compañía y actuar en consecuencia.
3 comentarios:
me debía el pasar por acá y darte mi felicitaciones por la medalla.
No por el 75-74, claro :P.
Bah si por todo, que es, a veces, un placer mirarlos jugar.
saludos!
Gracias Vic, una pena que a Argentina se le escapara el bronce, merecía más.
si...
sin ahondar en el juego (porque no soy experta, que va, ni menos) es un equipazo.
festeje festeje festeje. grande su selección también.
nos vemos en unos años :P
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