Como está feo que los jóvenes beban (a partir de los 30 años las borracheras están mejor vistas), el Consejo de la Juventud de Ponferrada (¿o es del Bierzo?) ha puesto en marcha una serie de actividades alternativas al alcohol para las noches de fin de semana de julio que incluyen talleres de artesanía y pintura, música y un viaje al Festival de Ortigueira.
Como todo el mundo que haya ido alguna vez a este festival sabe, se trata de una especie de campamento muy serio, tipo OJE, donde el alcohol y las drogas brillan por su ausencia y los chavales se divierten sanamente jugando al parchís y cantando alrededor de la hoguera (bueno, esto más o menos sí). Habría que darle un premio al cachondo que lo incluyó en estas actividades.
P.D.: Aprovecho para decir que con haber ido una vez al susodicho festival me vale, no me pillan por allí otra vez en época de gaitas ni harto de vino.
4 comentarios:
No es bueno generalizar colega y menos con un festival que ha representado mucho para mucha gente durante años. Las drogas y las borracheras las hay en todas partes y te aseguro que una música irlandesa, bretona o cualquiera de las que allí se escuchan no incitan mas a drogarse que el bakalao o lo que te guste a ti.
No has entendido nada, colega anónimo, pero me ha hecho gracia lo del bakalao.
A mí, estos festivales tan chipendi lerendi me parecen campeonatos de dar grima. Se está mejor haciendo lo que te sale de las gónadas, borracho o sobrio.
Me parecen unas medidas completamente absurdas e inocentes...al que le guste beber, pues seguirá bebiendo, y al que no le guste beber y le guste pintar, pues se dedicará a pintar, hacer jarrones y a escuchar la gaita.
Además, el problema no es que la gente beba; el problema es que la gente no sabe beber. Y ya que se preocupan del alcohol, no estaría de más que se controlase el tema del garrafón, que no entiendo que nunca se le meta mano
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