Hace poco menos de un año, el que suscribe y otras casi siete mil personas nos quedamos con cara de tontos en
El Toralín cuando, después de un gol de rebote en contra y un penalti fallado en el último minuto, la
Sociedad Deportiva Ponferradina se quedó fuera de las eliminatorias por el ascenso a Segunda División. Ese fue el día en que más me afectó un partido de fútbol, aunque aún no sé si fue el resultado o el ambiente de descomunal decepción que planeaba sobre el estadio cuando el árbitro pitó el final.
Pero lo bonito del fútbol -entre otras cosas- es que siempre da otra oportunidad y a la Deportiva se la ha dado un año después. El aparentemente fácil Alcalá (recién descendido a Tercera) se ha convertido en un "coco" llamado
Universidad de Las Palmas y la Ponferradina campeona del año pasado ahora es el cuarto clasificado de su grupo, pero el fútbol nos la debe. Que nos la pague este año y para la segunda eliminatoria ya hablaremos.
¡Aupa Deportiva!
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