Algo tiene el botellón que pone cachondos a los medios. Cuando lo descubrieron hace unos años se convirtió casi en una sección fija en periódicos e informativos y dio paso a grandes trabajos de periodismo de investigación con reporteros "infiltrados" en grupos de jóvenes para descubrirle a la población que, ¡oh sorpresa!, salen y beben los fines de semana, igual que toda la vida, sólo que ahora lo que hacen ya tiene nombre oficial.
Después de una temporada de silencio (la cosa tampoco da para más), esta semana han vuelto a la carga con el famoso macrobotellón, que no es sino la típica fiesta universitaria de las que hay decenas todos los años con SMS en vez (o además) de carteles en la facultad, pero que inexplicablemente ha abierto informativos durante toda la semana. Por supuesto, la "noticia" se ha tratado con todo el sensacionalismo posible, obviando casi por completo lo que quizá sea el único aspecto destacable de todo el asunto: la facilidad para convocar estas cosas a través de teléfonos móviles y correos electrónicos.
Incluso se ha perdido la oportunidad de abrir un debate interesante: mientras en Francia la gente se ha tirado a la calle para exigir unos derechos cada vez más pisoteados, en España, donde no estamos precisamente para presumir, lo más que conseguimos es juntarnos para beber unas cervezas. Pero claro, eso ya exige un cierto trabajo y además a nadie le gustan los debates interesantes. Mejor abrir con una sarta de perogrulladas, poner media hora de deportes (léase fútbol) y el tiempo y dar paso a lo que interesa de verdad: la vida de los demás.
2 comentarios:
Buenas y santas,
incluso desde Francia he podido yo escuchar algunos debates en la radio, La Ventana en la SER del viernes pasado sin ir más lejos.
La comparación entre lo que pasa aqui, con las movilizaciones para impedir un primer intento de despido libre, hacen abochornarse a cualquiera. De todas formas es una batalla, la del despido libre, que en España no hace falta librar, porque es algo que ya existe desde hace tiempo.
Pero no todo es patético en el tema macrobotellón, ... hemos podido ver que España no se rompe y que tanto Barcelona como Madrid han tenido sus macrobotellones. Al fin y al cabo, lo que la bebida una, ...que no lo separa el hombre.
Un saludo.
Saludos, McLera. Algo escuché el viernes en La Ventana, pero el "debate" (entre comillas porque todos decían más o menos lo mismo) se centraba más en lo malo que es el botellón, en que antes estas cosas no pasaban y todo eso que dicen cuando sale este tema. Sólo Carlos Carnicero, ya al final y sin tiempo, sacó la comparación entre España y Francia.
Por cierto, salvo los cuatro tarados de siempre que aprovechan las multitudes para hacer el salvaje, el fin de semana ha sido como uno más a pesar de que parecía que se iba a acabar el mundo.
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