Pues sí, ya me he cansado y al final tendré que escribirlo para ver si así se me quitan las ganas de partirle la cara a más de uno. Vayas a donde vayas, leas lo que leas y escuches lo que escuches, ahora resulta que llamarle a las cosas por su nombre te convierte en un retrógrado, un facha, un insensible y, si te descuidas, hasta te caen dos hostias. Sirva como ejemplo este comentario leído en Barrapunto en el que un individuo tacha nada menos que de nazi a otro por llamar gitano a un gitano. No le llamó "gitano de mierda" ni añadió que hubiera que exterminar a los gitanos, pero a algunos les sale urticaria si escuchan la palabra gitano. Pero cuidado, los fachas son los que la usan, no los que se escandalizan al oirla.
El mismo caso sirve para los negros, que ya no son negros sino "de color". ¿De qué color? Pues negro, supongo, y habría que especificarlo porque yo, que no soy negro, también soy de color, y el chino de la tienda de abajo también es de color, aunque tampoco es negro. ¿Entonces por qué no decimos "ese señor es negro"? Pues porque para algunos eso es segregación racial y maltrato social al individuo de color (negro).
Eso sí, aparte de irse cargando el idioma poco a poco a base de eufemismos no veo que esta gente haga algo realmente útil para combatir el verdadero racismo. Prefieren atacar al que escribe "ayer apuñalaron a un negro" que al que le pegó la puñalada. O al menos esa impresión dan.
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